Ella sólo intenta ser feliz, tropezando está. Nadan hoy sus ojos entre el rimel, su mentira ya se hundió en la hiedra.
Ah, si pudiera. Si ella quisiera abrirse del ser y la nada, tal vez podría ver que su Dios está en la adolescencia.
Ya que Dios es un mundo, en el que amar es la eternidad que uno busca, y no lo pienses más, que tu mueca está tan despintada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario