9/5/11

¡Salvajes!

El camino de vuelta fue borroso. No cruzaban por su cabeza otra cosa más que las palabras. Esas palabras de las que había hablado hace tres segundos, palabras salvajes. Lo más irónico que pensaba (y que relacionó) era el echo de que las palabras sean todo. Todo es lenguaje, todo es habla, todo es pensamiento, palabras que uno crea y luego desaparecen. Nunca nadie le enseñó a hablar, lo único que vió y vivió en carne propia fueron las palabras salvajemente utilizadas.
Nunca pudo ver ni sentir lo que era un diálogo. Nunca supo expresarse correctamente. Desde el punto de vista de quien lo escucha, siempre obtenía la misma crítica: 'tu discurso es agresivo'.
¿Qué esperaban?

6/5/11

- ¿Vas a decirlo ahora?

Hubo una vez en la que me robaron todos los pensamientos, me dejaron en blanco, sabés? Me vaciaron como hacen con las aspiradoras cuando ya tienen mucha mugre por dentro. Me sacaron todo lo que había absorvido, como una esponja, a lo largo de mi vida.
Lo más devastador, lo más profundo del tiempo y del espacio, me lo han robado. No pretendo que me lo devuelvan, pero que por lo menos me entiendan. No me juzguen por favor, sólo soy un siervo más como todos ustedes.

- ¿Qué sentís?

Sí, me vaciaron. Pero quedó una pequeña yaga que no me pudieron arrancar.

- No puedo decirtelo.